Videoclips satánicos, artistas cada vez más artificiales, apología de la perversión...
La industria musical y el ocio influye negativamente en nuestros niños y jóvenes, a tal punto que adulan a unos personajes siniestros y perversos que están al servicio de una élite iluminati con oscuros planes de control mental.
Debemos denunciar este hecho y advertir al máximo de su radio de influencia nociva.
La industria musical y el ocio influye negativamente en nuestros niños y jóvenes, a tal punto que adulan a unos personajes siniestros y perversos que están al servicio de una élite iluminati con oscuros planes de control mental.
Debemos denunciar este hecho y advertir al máximo de su radio de influencia nociva.
http://www.davidparcerisa.org
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